jueves, 25 de noviembre de 2010

Yo quiero de regalo "Los cómics de 'Serenity' y 'Firefly', de Joss Whedon"

Si alguien ha pensado en regalame algo más o menos complejo de conseguir, y ni tan barato ni tan caro, una opción son
Los cómics de 'Serenity' y 'Firefly', de Joss Whedon: "Dark Horse ha publicado dos miniseries, dos especiales y un cómic de ocho páginas, destacando el guionista Brett Matthews y el dibujante Will Conrad."


Sería un gran regalo por dos razones primordiales: la primera es que hace mucho tiempo no me clavo en el mundo de las historietas, tebeos, cómics y, debo confesarlo, extraño esos momentos nerdianos en que me introducía a una tienda especializada, o una tirajería, y me pasaba todo el tiempo del mundo abriendo y cerrando páginas y páginas llenas de líneas, rayones, colores (aunque siempre sentí especial gusto culpable por ejemplares en blanco y negro).
La segunda razón es porque la saga de Firefly en televisión es de mis favoritas. Los vaqueros del espacio, la interculturalidad china, entre armas que disparan rayos o balas, da igual; una adolescente con una historia secreta y su hermano guardián; una raza de caníbales/zombies que saben manejar naves espaciales; y, lo mejor de todo, 'Mal' Reynolds, el capitán de la nave Serenity (un modelo Firefly) tratando de hacer creer a todo el mundo que es un tipo rudo, rudísimo, y no hay quien se la crea. 
El mito televisivo de la serie también es un aliciente para verla. Se sabe que Fox canceló la primera temporada transmitiendo solo once de los catorce capítulos producidos. Que con todo y que al año siguiente uno de esos capítulos trasmitidos gabó el Emmy  por los "excepcionales efectos especiales para una serie", con todo y que la venta del DVD de la única temporada superó con creces lo esperado por los productores, la serie no volvió a producirse. Y eso que el creador, Joss Whedom, tiene entre sus creaciones uno de gran éxito y fama: Buffy la cazavampiros. 
La película que concluye la zaga me gustó menos, pero también me gustó.
Por esto y muchas cosas más, ven a mi casa esta navidad, y regálame los cómics de serenity y Firefly de Joss Whedon. Y hasta te daré un abrazo si lo haces.
Un abrazo de letras

viernes, 19 de noviembre de 2010

Las ocho y diez y los olmecas


A veces olvido que el trabajo del escritor es en el escritorio; que hay que sentarse todos los días frente a la pantalla para avanzar algo. Hace unos días dije que me había costado trabajo concluir un cuento que pertenece a la colección de textos de la beca del #CTEscritores. Anoche, mientras saludaba de lejos a David Coronado y a mi hermano en una clase de guionismo (ellos llegaron tarde), recordé que no había entregado el guión televisivo de cada semana. ¡Mierda!, dije. ¿Qué le pasa a esta cabecita mía? Debía entregarlo ayer a medio día. Ni siquiera hice la investigación correspondiente. Ahora me vi obligado a levantarme a las ocho y diez de la mañana, y estoy haciendo una investigación por Internet, en lugar de haberme apersonado en la exposición olmeca de la que debo hablar.


¿Qué le hago? Tengo una hora límite (que no me gusta tener) a las diez y media de la mañana. Y estoy aquí, en lugar de hacer el guión, escribiendo este post.
(foto de Milenio Online)

martes, 16 de noviembre de 2010

Herpetario y otras cosas

Este libro de cuentos me ha costado más trabajo del que pensaba. Lo malo es mi propensión a planear las cosas con tanto adelanto. En los próximos días concluiré Herpetario, cosa que debía haber sucedido hace un par de semanas; pero ya tengo comprometida la entrega de La santa de los imbéciles, porque lo quiere publicar tunAstral de ya (creo que en el 2011 se acaba mi mamonería de no querer publicar), y ya tengo planeadas dos novelas (tengo escaletas y todo) para escribir durante el próximo año. Tanto el libro para tunAstral como las dos novelas en mi cabeza me están haciendo mucho ruido, y Herpetario se ve afectado, pero es el de la beca, y debo finiquitarlo.

En fin, hoy logré otro avance en este libro, y cada vez estoy más cerca de llevarlo a buen fin. Espero sea antes de la FIL Guadalajara.
Y ya.